Antes de hablar de las ventajas para el alumnado de ser el ayundate de la seño, hablaré de las ventajas que tiene ¡para el maestro! Aprovecha, tus niños van a estar encantados de ayudarte, y tú te quitas esas pequeñas faenas que se convierten es arduos quehaceres: borrar la pizarra, cambiar la fecha, vaciar la papelera, el reciclaje, ordenar la biblioteca, repartir libros,…
El propósito principal de puestos de trabajo en el aula es transferir la responsabilidad a los estudiantes para mantener la clase, dando lugar a la instrucción sin interrupciones. Si su sistema de trabajo de aula es eficaz, nunca más tendrás niños agitando los brazos y gritando, “¡Yo! ¡Yo! ¿Puedo hacerlo yo? ¿Puedo? “, porque habrá un alumno encargado de ello.
La asignación del ayudante puede ir más allá de colaborar con la profesora. Puedes tener más de un encargado para diferentes tareas del aula: encargado de mesas, de fila, de material, de la biblioteca de aula…
Encuentra una manera en el aula de mostrar las funciones de los alumnos. Importante para que se familiaricen con el vocabulario y estarán orgullosos de ver su nombre reflejado. Aquí os dejo algunos ejemplos:
Sólo falta determinar el tiempo de cada trabajo y cómo escoger a los alumnos para desempeñarlos. Es conveniente que los alumnos mantengan los mismos puestos de trabajo durante al menos una semana. Cuanto más tiempo el estudiante tiene un empleo, más automático se vuelve, y mejor lo hace. Además, es más fácil recordar quién tiene cada trabajo.
El cambio constante de puestos de trabajo puede conducir a la confusión y a las tareas mal hechas, debido a que los niños se olvidan de lo que sus trabajos son y cómo hacerlo correctamente. Recuerda que el objetivo principal de puestos de trabajo en el aula no es sólo enseñar a los estudiantes a ser responsables; la función principal es mantener que la clase sea fluida y funcione sin interrupciones.
Os dejo algunos materiales útiles listos para imprimir:
